Al adentrarnos en el mundo del teatro, nos encontramos con un elemento fundamental que puede transformar por completo la experiencia tanto de los actores como del público: el ambiente en una obra de teatro. El ambiente no solo engloba el escenario físico en el que se desenvuelven los personajes, sino también la atmósfera emocional y psicológica que se crea a través de los elementos visuales y sonoros presentes en la puesta en escena.
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